irse o no irse a la mierda

A veces irse a la mierda es una opción, la opción real en que se deja de ignorar todo lo que se está sientiendo. Pero yo ignoro lo que siento, porque sentirlo sería como tomar un cuchillo poco afilado y comenzar a abrirse paso desde la piel hasta los órganos. Y cuando lo pienso me desespero, no puede pensarse lo que se siente, hay que sentirlo hasta sentirlo distinto. Tengo que sentir la rabia hasta que no lo sea, tengo que sentir la soledad hasta que este acompañada. Debo sentir el miedo hasta que tenga miedo de mí. Tengo que sentir el abandono, tengo que sentir la pena, la ausencia y sentir que no dejaré de sentirlas nunca, pero quizás las sienta distintas o quizás el golpe sea tan fuerte que puede que no sienta nada.

Hoy me miraste así de nuevo. Me miraste esperándolo todo y con inseguridad te acercaste. Me miraste tan de cerca que dolía, era como jugar a quemarse los ojos de cuando éramos niños pero esta vez dolía mucho más. Dolía como un golpe de luz enceguecedora, o como cuando el ojo que arde seco decide derramar una lágrima de alivio que sólo hace que el ardor se acentúe. Me miraste así de nuevo, me miraste esperándolo todo y con inseguridad me acerqué tanto, que ya no vimos nada.

Democracia, acia, acia?

"En el debate en la Asamblea General, intervinieron representantes de muchos países latinoamericanos entre ellos Brasil, que habló también en nombre de México y Chile, Argentina, Ecuador, Bolivia y Perú, Colombia, Uruguay, Cuba y Nicaragua. Todos recriminaron el retorno a "una pesadilla que parecía haber concluido para siempre" y expresaron indignación por el golpe en Honduras." Que vergüenza, claro todos contra los golpes de estado cuando la trasgresión es evidente y ¿quién reconoce la falsa democracia de América Latina? Piden restitución de la democracia... ¿cuál? Chile tiene democracia?? -cita de: http://www.ansa.it/ansalatina/notizie/notiziari/amcentr/20090629232834906164.html

Tonta con cariño...

Me preguntó cuándo iba a volver a ser yo y le dije que dependía. Que dependía de cómo amanecía mañana, de si me levantaba con el pie izquierdo o derecho o de si el agua de la ducha salía fría o tibia. Dependía de si me sentía bien o mal conmigo misma y si de aparecía alguien que me hiciera cariño o daño. Depende de si la micro se demora, de las nubes, de las cosas que espero y no llegan. De la suerte, de la gente que no me quiere y de las personas que sí, que creo que ya no hay, porque ya no existo o porque no he vuelto o porque no quiero volver o porque ayer vi como se caía una persona en la calle y me dio risa y sentí culpa y después no sé que pasó. Me fui queriendo dejar nada para nadie porque no hay alguien en la plaza, en la calle, en la micro, en la sala, en ningún lugar. Le dije que todo dependía de todo y que yo no manejo esas cosas. Me podría haber pegado una cachetada (yo lo hubiera hecho por ella) pero me abrazó y se rió de mí a carcajadas… me dio ataque de risa, casi me ahogo… y me dijo que nunca me fui, que era tonta por responderle esas cosas, que así soy yo.

Se estaba olvidando de los días que valían la pena. Se estaba olvidando de que mientras más dolía, cada pequeña alegría sería mayor de lo que hubiera sido en tiempos mejores... Y yo. Yo ya me había olvidado de todo eso.

Probablemente escribiré poesía con pelos

Yo, que no estoy invitada a ser poeta, derramaré mi sangre, aislada desde mi habitación, para escribir cosas que a nadie le importan, para trazar en un lienzo los hechos que nadie verá, para olvidarme simplemente de que existo.

Para morir tan atormentada como estoy desde que me miré en el espejo y me pregunté que hacía acá yo... Quizás me equivoco, quizás muera con el deseo de no volver como Frida Kahlo; quizás mi vida no sea tan terrible como la de ella, quien lo puede saber, solo sé que amo con tanta o más pasión que ella.

A su lado, por siempre...

Acostarse a su lado, sin importar que estemos sobre el piso más duro y frío, es sentir que caerás en un delicioso sueño, dulce y suave; como si te mecieran entre los brazos del cielo. Dormir a su lado es un dormir que no conocía sin él. Dormir acompañada, dormir con un calorcito, unas piernas que se entrelazan, espaldas que se encuentran y cuerpos que comparten las mismas sábanas revueltas. Despertar a su lado es como despertarse con un fino rayo de luz, que no muy fuerte, se cuela por entre las cortinas. Abrir los ojos, despertar los sentidos y sentir su aliento. De nuevo se hace consciente el roce entre los cuerpos y las pieles tiernas se acarician. Vivir a su lado es vivir intensamente con cada mirada y palabra. Querer vivir eternamente, no puedo, pero sí amaré eternamente, a este hombre que lo es todo para mí.